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viernes, 16 de marzo de 2012

EN ESTE TIEMPO DE CONFUSION ... DEBEMOS REFLEXIONAR ... ESTAR ATENTOS....

¿Cuáles creéis que son vuestros objetivos aquí y ahora?, ¿trabajar para el día de mañana, para obtener una buena pensión o jubilación?, ¿mantener un cuerpo sano para llegar a una vejez placentera?, ¿acumular bienes materiales…?


Creo que este no es el objetivo. Todo este planteamiento es erróneo desde un principio, nada debéis programar.
Hablo desde mi particular punto de vista, nada debéis proyectar.

Debéis vivir completamente al día. Hoy es hoy, mañana será lo que tenga que ser, pero mi mente, nos diremos en nuestro interior, seguirá apacible, equilibrada y, ¿por qué no?, feliz. Pensando que como cualquier criatura del universo estamos viviendo. Y, en ese vivir día a día, y en ese fluctuar de impresiones, junto con la auto-observación correspondiente, nos lleva a contemplar nuestro mundo como un mundo realmente exquisito.

Exquisito también porque podemos comprender el proceso que sigue nuestro hermano, tanto si está muy arriba como muy abajo del escalafón social. Comprendemos también al otro en sus reacciones. Podemos comprender verdaderamente el amor que existe en todos y en cada uno de ellos.

Con el apaciguamiento de nuestros sentidos, con la tranquilidad de espíritu, observemos el pasar de las horas de nuestro tiempo, del aquí y ahora, como un discurrir fluido. Y observemos la naturaleza tal cual es. Tanto si estamos en la selva como en la jungla urbana, todo es digno de observarse.

Si aprendemos a ser observadores y curiosos hasta de lo más sencillo y simple, descubriremos en cada una de esas cosas la gran belleza, el enorme sentido que tiene cada una de las cosas que nos rodean. Y no hablemos de los minerales, de los vegetales, de las plantas, de los animales y, por excelencia, del humano atlante. Cada una de esas porciones de vida, apreciándolas verdaderamente, observándolas, llega uno a comprenderlas verdaderamente. Y las cosas mismas le hablan a uno y le dicen cómo debe funcionar y fluir en este mundo tridimensional.

Mirad que es sencillo, fijaros que estoy hablando únicamente de observación. Abrid bien los ojos, todo lo que veáis en este mundo es digno de observarse y de aprender de él.

Tan solo el salir de casa, de vuestros hogares, el vecino con el que os encontráis, os saludáis. Lo observáis cómo va vestido, cómo va peinado. Cualquier incidente, una puerta que no se abre adecuadamente o que se cierra haciendo un gran ruido. Aquel vehículo que pasa por la calzada rápidamente, excesivamente también a veces. Todo esto nos puede llamar la atención y observarlo. Aquel hombre con su maletín y con prisas para ir a su trabajo, o aquella ama de casa o madre de familia llevando a sus hijos a la escuela. El tendero cuando nos sirve, o en la cafetería cuando uno se toma un café o desayuna. En el trabajo, con nuestros compañeros y compañeras. En los lugares de diversión o de ocio. Aquel pequeño detalle, aquella figura que vemos en un escaparate, aquel cuadro, aquella obra de arte, aquel papel tirado en el suelo y que se lo lleva el viento. Cualquier cosa es interesante y es un gran mundo de observación. Y todo eso no lo vemos.

Ese es el error, no vemos nada porque andamos buscando algo que no sabemos qué y, en la búsqueda de ese no sabemos qué, no vemos lo que estamos haciendo. Y ese es el gran error, y por ahí empieza el olvido.

Verdaderamente cuando uno es observador de todos los detalles que acontecen en su vida, y profundizando aún más en el aspecto psicológico, se da cuenta de los pensamientos que en todo momento aparecen y circulan por su espacio mental, se va reconociendo interior y exteriormente. Y entonces empieza a aparecer el espíritu de hermandad, porque uno se va volviendo consciente.

Esa consciencia perdura incluso en los estados oníricos. Esa consciencia perenne, nos permite fundirnos conscientemente en el mundo de los sueños y comprobar en ese estado otros estados paralelos. Y así el hombre atlante, el humano atlante crece y se hace adulto, y madura. Y se prepara para ese futuro que está aquí y ahora y, al mismo tiempo, con su energía permite que otros se sumen a esa corriente de hermanamiento.

Cuando el hombre y la mujer de vuestra generación se dan cuenta de que han llegado a este punto, se olvidan de todo, excepto del trabajo interior. Y luego sí, luego avanzan por ese camino sin camino pidiendo a los demás que les sigan. Porque están convencidos, porque así lo están experimentando, y les llevan. Y les inducen a un camino de progreso y de claridad mental y de iluminación.

Les llaman a sus puertas y les dicen: “ven conmigo, sígueme, que te voy a llevar al cielo, a tu propio cielo. Pero cierra la puerta y deja atrás eso tan pesado que es tu pensamiento pendiente únicamente de no sabes qué”.

Así uno va haciendo camino codo a codo, y así uno va arrastrando a su hermano hacia esa cima, simbólica pero que sin duda alguna es la cima donde se halla la liberación auténtica del pensamiento humano atlante.

Aunque eso no podrá ser así hasta que os deis cuenta verdaderamente de lo que he dicho, y lo estudiéis de todo corazón, y seáis valientes y sepáis renunciar adecuadamente a todo aquello que os sobre. En más de una ocasión hemos hablado del pesado equipaje. Y verdaderamente es así: nos cargamos con lo más superfluo pero al mismo tiempo más pesado.

Llenamos nuestras casas de objetos, de recuerdos, de añoranzas. Objetos que tal vez no usaremos jamás, pero renunciamos a abandonarlos porque nos pertenecen. Y no, amigos, hermanos, nada nos pertenece, nada tenemos, nada debemos desear. Debemos ser libres como los pájaros, y en esa libertad auténtica de efectos personales, de estados psicológicos en definitiva, en esa vacuidad de nuestro entorno, está la gran riqueza y está todo.

Cuando seáis capaces de entender todo eso que aquí y ahora se ha explicado, pero lo sepáis entender profundamente, no porque os los digan los demás, no porque luego aparezca escrito en cualquier documento, y quede bien escrito, sino porque realmente lo entendáis en vuestro interior, en ese momento seréis libres.
Porque precisamente en ese mismo momento habréis entendido lo que es la hermandad.
Shilcars

ABRAZO DE LUZ ELENA

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