Los técnicos del Ministerio de Planificación explican cómo se complementa el plan oficial de inclusión digital con los intereses privados, dónde se invertirán los 8000 millones de pesos anunciados y cuáles son las fuentes de financiamiento.
Por Fernando Krakowiak
El Gobierno anunció el lunes la puesta en marcha de un Plan Nacional de elecomunicaciones que prevé la construcción de una red pública de fibra óptica para favorecer el acceso a Internet. El emprendimiento se articula con el impulso oficial a la Televisión Digital Terrestre y a la nueva plataforma satelital en marcha.
Por Fernando Krakowiak
El Gobierno anunció el lunes la puesta en marcha de un Plan Nacional de elecomunicaciones que prevé la construcción de una red pública de fibra óptica para favorecer el acceso a Internet. El emprendimiento se articula con el impulso oficial a la Televisión Digital Terrestre y a la nueva plataforma satelital en marcha.
Luis Vitullo, funcionario designado por el ministro de Planificación, Julio De Vido, para coordinar estas iniciativas, y Emmanuel Jaffrot, especialista en nuevas tecnologías y asesor del ministerio, para saber cómo se complementa la apuesta oficial con los intereses privados, donde se invertirán los 8000 millones de pesos anunciados, cuáles son las fuentes de financiamiento y qué avances y dificultades hubo hasta ahora.
–La expansión de la fibra óptica que va a realizar el Estado, ¿no es una tarea que deberían llevar adelante Telefónica y Telecom?
Luis Vitullo: –La obligación que tienen por la licencia primaria Telecom y Telefónica es brindar telefonía fija, los servicios móviles y la banda ancha no están regulados. El avance tecnológico de los últimos años lleva a repensar el esquema de inversión en infraestructura, sobre todo para las zonas desatendidas, donde el negocio no es rentable. El objetivo es garantizarles a todos los argentinos el acceso a las nuevas tecnologías, independientemente de las barreras económicas y geográficas.
–Ustedes afirman que la intención es que AR-SAT se complemente con las empresas privadas, pero en algunas zonas podría terminar compitiendo.
L. V.: –Primero es necesario distinguir entre el servicio minorista y el mayorista. A nivel domiciliario, AR-SAT no va a prestar ningún tipo de servicio. Tampoco pensamos competir con las telefónicas en el mercado mayorista sino realizar inversiones de manera complementaria. Lo que se busca es llegar con infraestructura a donde ahora no se llega.
–Pero donde las telefónicas le venden los megas mayoristas a las cooperativas a precios muy altos, AR-SAT se va a convertir en una competencia que va a ayudar a bajar los precios.
Emmanuel Jaffrot: –Más que una cuestión de competencia, de lo que estamos hablando es de disponibilidad. Se aporta la capacidad que falta y eso va a ayudar a que los precios bajen porque las distancias dejarían de ser un problema.
–¿De dónde salen los recursos para financiar estas obras?
L. V.: –Los 8000 millones de pesos que mencionó el ministro de Planificación Julio De Vido en el acto del lunes servirán para financiar tres grandes planes de infraestructura: la plataforma de Televisión Digital Terrestre (TDT), la plataforma satelital y la infraestructra de red de fibra óptica. Los recursos para estos emprendimientos surgen del Presupuesto de este año, de préstamos externos para la construcción de los satélites y del Presupuesto 2011, donde se incluyó un ingreso previsto a partir de la próxima subasta del espectro radioeléctrico que está disponible actualmente.
–¿Qué pasa si no se aprueba el Presupuesto 2011?
L. V.: –La no aprobación del Presupuesto va a obstaculizar la gestión administrativa del Estado nacional. Hay instrumentos como la renovación automática del Presupuesto vigente que aseguran la continuidad de los proyectos en marcha, pero para los proyectos nuevos sería un obstáculo.
–¿El Fondo del Servicio Universal no se utilizará para financiar estas obras?
E. J.: –Esos recursos se van a orientar para prestaciones de servicios. La intención es definir el marco regulatorio y empezar a financiar la conectividad de escuelas y bibliotecas, un complemento necesario para las notebooks que se están distribuyendo como parte del plan Conectar Igualdad. El objetivo es homogeneizar el acceso a todos los sistemas de información y comunicación.
–De Vido dijo que los 8000 millones de pesos se invertirán en tres años, pero el plan es quinquenal, ¿cómo se explica esa diferencia?
L. V.: –La Ley de Administración Financiera prevé que el presupuesto para estos proyectos sea trianual, porque es un plazo que permite tener una perspectiva aproximada de ingresos y gastos. No obstante, se proyecta una política a cinco años para que los operadores privados tengan un esquema previsible para planificar sus inversiones.
–¿Cuántos kilómetros de fibra óptica se prevé construir?
L. V.: –Ya están prácticamente cerradas las trazas para la construcción de 10.000 kilómetros de nueva fibra donde ahora no existe nada. No obstante, hablamos de llegar a 35.000 kilómetros porque también se contemplan otras obras que ya está realizando Planificación, básicamente los 5000 kilómetros de redes de alta tensión que están acompañados por fibra. Además, se suman a ese cálculo las obras que se van a ejecutar para el desarrollo de la última milla, que se va a hacer de forma compartida con algún prestador que la quiera operar, y los kilómetros del gasoducto del GNEA, las obras de expansión ferroviaria y las viales, que también van a tener su traza de fibra óptica.
–Pero cuando se habla de acompañar el gasoducto del GNEA también se va a montar la fibra óptica desde cero.
E. J.: –Claro, pero hay 10.000 kilómetros que no van a depender de ninguna otra obra. Se adjudica sólo la ejecución de la traza de fibra. Por ejemplo, en Tierra del Fuego, donde hoy las telefónicas tienen radioenlaces, ya se licitó el cruce de fibra a través del Estrecho de Magallanes para enlazar de forma física la isla con el continente.
–El lunes también se inauguraron cinco torres de transmisión para TDT, ¿cuántas personas pueden ahora ver televisión a través de esta nueva tecnología?
L. V.: –Las cinco torres nuevas le brindan cobertura a 1,5 millón de personas que se suman a los siete millones que captan la TDT gracias al transmisor instalado en el Ministerio de Desarrollo Social, estamos llegando al primer cordón del conurbano y en algunas zonas incluso hasta el segundo.
–Hay muchos problemas para captar los canales digitales.
E. J.: –Estamos en una fase transitoria. Actualmente, están funcionando cuatro canales digitales de 6 mhz. El canal 23, a través del cual se emite la Televisión Pública en alta definición y en formato para celulares, transmite en cinco kilovatios. Mientras los canales 22 (Encuentro y Paka Paka), 24 (Telesur, CN23 y C5N) y 25 (Gold TV), transmiten con un kilovatio. El objetivo es que en los próximos dos meses los cuatro canales transmitan en cinco kilovatios.
L. V.: –También tenemos previsto instalar gap fillers, pequeñas repetidoras para garantizar la recepción en lugares donde se detectaron dificultades por la presencia de edificaciones muy altas. Es lógico que surjan estos problemas, pero los vamos a ir solucionando.
E. J.: –A medida que se vayan sumando las demás torres de transmisión va a quedar conformada la red de frecuencia única más grande del mundo. Ocho torres van a garantizar una cobertura continua a lo largo de 400 kilómetros, de La Plata a Rosario.
–¿Cómo se complementa el plan satelital en este esquema?
L. V.: –La intención oficial es ocupar definitivamente la órbita 81 que tiene el Estado con satélites propios y esa capacidad de transporte va a ser utilizada para llegar donde no lleguen la fibra óptica y la TDT. El despliegue va a ser en las áreas rurales y semirrurales. El objetivo principal son las escuelas porque el 40 por ciento de estos establecimientos están ubicados en esas áreas y gracias al satélite van a tener acceso a las nuevas tecnologías.
–La expansión de la fibra óptica que va a realizar el Estado, ¿no es una tarea que deberían llevar adelante Telefónica y Telecom?
Luis Vitullo: –La obligación que tienen por la licencia primaria Telecom y Telefónica es brindar telefonía fija, los servicios móviles y la banda ancha no están regulados. El avance tecnológico de los últimos años lleva a repensar el esquema de inversión en infraestructura, sobre todo para las zonas desatendidas, donde el negocio no es rentable. El objetivo es garantizarles a todos los argentinos el acceso a las nuevas tecnologías, independientemente de las barreras económicas y geográficas.
–Ustedes afirman que la intención es que AR-SAT se complemente con las empresas privadas, pero en algunas zonas podría terminar compitiendo.
L. V.: –Primero es necesario distinguir entre el servicio minorista y el mayorista. A nivel domiciliario, AR-SAT no va a prestar ningún tipo de servicio. Tampoco pensamos competir con las telefónicas en el mercado mayorista sino realizar inversiones de manera complementaria. Lo que se busca es llegar con infraestructura a donde ahora no se llega.
–Pero donde las telefónicas le venden los megas mayoristas a las cooperativas a precios muy altos, AR-SAT se va a convertir en una competencia que va a ayudar a bajar los precios.
Emmanuel Jaffrot: –Más que una cuestión de competencia, de lo que estamos hablando es de disponibilidad. Se aporta la capacidad que falta y eso va a ayudar a que los precios bajen porque las distancias dejarían de ser un problema.
–¿De dónde salen los recursos para financiar estas obras?
L. V.: –Los 8000 millones de pesos que mencionó el ministro de Planificación Julio De Vido en el acto del lunes servirán para financiar tres grandes planes de infraestructura: la plataforma de Televisión Digital Terrestre (TDT), la plataforma satelital y la infraestructra de red de fibra óptica. Los recursos para estos emprendimientos surgen del Presupuesto de este año, de préstamos externos para la construcción de los satélites y del Presupuesto 2011, donde se incluyó un ingreso previsto a partir de la próxima subasta del espectro radioeléctrico que está disponible actualmente.
–¿Qué pasa si no se aprueba el Presupuesto 2011?
L. V.: –La no aprobación del Presupuesto va a obstaculizar la gestión administrativa del Estado nacional. Hay instrumentos como la renovación automática del Presupuesto vigente que aseguran la continuidad de los proyectos en marcha, pero para los proyectos nuevos sería un obstáculo.
–¿El Fondo del Servicio Universal no se utilizará para financiar estas obras?
E. J.: –Esos recursos se van a orientar para prestaciones de servicios. La intención es definir el marco regulatorio y empezar a financiar la conectividad de escuelas y bibliotecas, un complemento necesario para las notebooks que se están distribuyendo como parte del plan Conectar Igualdad. El objetivo es homogeneizar el acceso a todos los sistemas de información y comunicación.
–De Vido dijo que los 8000 millones de pesos se invertirán en tres años, pero el plan es quinquenal, ¿cómo se explica esa diferencia?
L. V.: –La Ley de Administración Financiera prevé que el presupuesto para estos proyectos sea trianual, porque es un plazo que permite tener una perspectiva aproximada de ingresos y gastos. No obstante, se proyecta una política a cinco años para que los operadores privados tengan un esquema previsible para planificar sus inversiones.
–¿Cuántos kilómetros de fibra óptica se prevé construir?
L. V.: –Ya están prácticamente cerradas las trazas para la construcción de 10.000 kilómetros de nueva fibra donde ahora no existe nada. No obstante, hablamos de llegar a 35.000 kilómetros porque también se contemplan otras obras que ya está realizando Planificación, básicamente los 5000 kilómetros de redes de alta tensión que están acompañados por fibra. Además, se suman a ese cálculo las obras que se van a ejecutar para el desarrollo de la última milla, que se va a hacer de forma compartida con algún prestador que la quiera operar, y los kilómetros del gasoducto del GNEA, las obras de expansión ferroviaria y las viales, que también van a tener su traza de fibra óptica.
–Pero cuando se habla de acompañar el gasoducto del GNEA también se va a montar la fibra óptica desde cero.
E. J.: –Claro, pero hay 10.000 kilómetros que no van a depender de ninguna otra obra. Se adjudica sólo la ejecución de la traza de fibra. Por ejemplo, en Tierra del Fuego, donde hoy las telefónicas tienen radioenlaces, ya se licitó el cruce de fibra a través del Estrecho de Magallanes para enlazar de forma física la isla con el continente.
–El lunes también se inauguraron cinco torres de transmisión para TDT, ¿cuántas personas pueden ahora ver televisión a través de esta nueva tecnología?
L. V.: –Las cinco torres nuevas le brindan cobertura a 1,5 millón de personas que se suman a los siete millones que captan la TDT gracias al transmisor instalado en el Ministerio de Desarrollo Social, estamos llegando al primer cordón del conurbano y en algunas zonas incluso hasta el segundo.
–Hay muchos problemas para captar los canales digitales.
E. J.: –Estamos en una fase transitoria. Actualmente, están funcionando cuatro canales digitales de 6 mhz. El canal 23, a través del cual se emite la Televisión Pública en alta definición y en formato para celulares, transmite en cinco kilovatios. Mientras los canales 22 (Encuentro y Paka Paka), 24 (Telesur, CN23 y C5N) y 25 (Gold TV), transmiten con un kilovatio. El objetivo es que en los próximos dos meses los cuatro canales transmitan en cinco kilovatios.
L. V.: –También tenemos previsto instalar gap fillers, pequeñas repetidoras para garantizar la recepción en lugares donde se detectaron dificultades por la presencia de edificaciones muy altas. Es lógico que surjan estos problemas, pero los vamos a ir solucionando.
E. J.: –A medida que se vayan sumando las demás torres de transmisión va a quedar conformada la red de frecuencia única más grande del mundo. Ocho torres van a garantizar una cobertura continua a lo largo de 400 kilómetros, de La Plata a Rosario.
–¿Cómo se complementa el plan satelital en este esquema?
L. V.: –La intención oficial es ocupar definitivamente la órbita 81 que tiene el Estado con satélites propios y esa capacidad de transporte va a ser utilizada para llegar donde no lleguen la fibra óptica y la TDT. El despliegue va a ser en las áreas rurales y semirrurales. El objetivo principal son las escuelas porque el 40 por ciento de estos establecimientos están ubicados en esas áreas y gracias al satélite van a tener acceso a las nuevas tecnologías.
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